Grupo Nación
Un grupo de accionistas de La Nación S.A., que representa el 44% del capital social de la empresa, manifestó su interés en fortalecer su participación en la toma de decisiones de la compañía, lo que ha llevado a la reciente renuncia de varios miembros de la Junta Directiva. Este movimiento busca garantizar la sostenibilidad del negocio y mantener los principios fundacionales del periódico, según explicaron en un comunicado.
La salida de los directivos, anunciada el 27 de noviembre mediante un hecho relevante al mercado de valores, forma parte de una estrategia para permitir la incorporación de nuevos miembros que reflejen esta visión. Una asamblea de accionistas fue convocada para el próximo 9 de diciembre, donde se tratarán las siguientes acciones:
•Aceptar formalmente las renuncias de los integrantes de la Junta Directiva y Fiscal.
•Designar a los nuevos representantes que ocuparán dichos cargos.
•Encargar a notarios la formalización de los acuerdos ante el Registro Público.
Un nuevo capítulo para La Nación
En un comunicado emitido el 28 de noviembre, la administración de La Nación S.A. explicó que esta transición representa un compromiso renovado con la misión de la empresa. “Nuestro objetivo es estar más cerca de las decisiones estratégicas, reforzando la misión del medio y asegurando su sostenibilidad”, señaló Pedro Abreu Jiménez, accionista y director ejecutivo del Grupo Nación.
Abreu también agradeció el liderazgo de Carlos González Jiménez, quien presidió la Junta Directiva durante los últimos cuatro años, y expresó su compromiso de mantener a La Nación como un referente en la defensa de la democracia y la libertad de expresión. “Nuestra visión es consolidar este medio como un pilar esencial para la sociedad costarricense, al tiempo que ofrecemos un negocio sólido y sostenible para accionistas y socios comerciales”, afirmó Abreu.
Misión y futuro
Fundada en 1946, La Nación S.A. es una de las empresas de comunicación más emblemáticas del país, editora de medios como nacion.com, El Financiero y La Teja. Este proceso de transición refuerza su compromiso con los valores que la han caracterizado desde sus inicios, buscando adaptarse a los desafíos actuales sin perder su esencia.
